miércoles, 4 de diciembre de 2013

Artículo de la psicóloga Martina Morell: Fibromialgia y Cansancio Crónico, desafío para los especialistas en Salud Mental

Excelente artículo, de esta autora, en el detalla todos los pormenores que sufrimos los enfermos de fibromialgia. Desde luego desde el punto de vista psicológico este artículo para mí ha es un bálsamo excelente, puesto que supone ver plasmado desde una perspectiva científica, lo qué todavía algunos piensan, sólo está en nuestra imaginación. 

 AUTORA MARTINA MORELL Psicóloga de la Asociación de Fibromialgia y Cansancio Crónico de Valladolid (AFRICOVALL) 

Enlace al artículo pinchar  http://www.psicologoescolar.com/ARTICULOS/PAGINAS_DE_ARTICULOS/valladolid_martina_morell_fibromialgia_y_cansancio_cronico.htm

 E-MAIL martinamorell@yahoo.es 
WEB http://morellpsicologia.com/ 

Fibromialgia y Cansancio Crónico, un desafío para los especialistas en Salud Mental. 
¡…Y cómprese usted una falda nueva, que eso anima mucho!

Ante todo, me presentaré. Me llamo Martina Morell y trabajo como psicóloga para la asociación AFICROVALL, (Asociación de Fibromialgia y Cansancio Crónico de Valladolid) Un trabajo que no siempre es fácil, ni cómodo, pero que aporta un reto y una experiencia de superación personal, cada día. Creo que esto es lo bonito del oficio que hemos elegido, como profesionales de la salud que somos, (lo quiera o no reconocer el gobierno) los pacientes o clientes, nunca dejan de sorprendernos porque no hay dos personas iguales. 

Hasta hace no mucho tiempo, tampoco yo había oído hablar de fibromialgia o del cansancio crónico, de modo que es necesaria una pequeña explicación de que son estas enfermedades. La fibromialgia, es una enfermedad considerada reumatológica, aunque en los próximos años veremos que tiene más que ver con el sistema neurológico que con ninguna dolencia inflamatoria. Se caracteriza por un dolor intenso en las articulaciones o músculos. El dolor no es constante, no está localizado y no es previsible, ni responde a ninguna lesión, ni inflamación. No se detecta en los escaners convencionales, ni se puede medir de manera objetiva. Sin embargo, es una enfermedad de base biológica y no psicosomática que tiene como causa más probable, la híper -sensibilización de los canales neuronales del dolor. Por decirlo de alguna manera rápida, estímulos que para una persona normal son inocuos, para un fibromiálgico pueden ser insoportables. El cuadro se acompaña con otros síntomas físicos como son, cansancio, intolerancia a la luz y el ruido, insomnio, síndrome de piernas inquitas, colón irritable, lesiones en las articulaciones, mareos, etc. Lo más llamativo y característico de la enfermedad es la existencia de los llamados “tender poinsts”, 18 puntos sensibles desparramados por todo el cuerpo, que el paciente manifiesta como especialmente dolorosos. 

 Por su parte, el cansancio crónico, como su propio nombre indica, es una fatiga permanente, que no mejora con el descanso y que imposibilita a la persona para llevar una vida normal. Creo que con la palabra cansancio, no describo bien el sufrimiento de estas personas, llamémoslo agotamiento y se acercaría más a la verdad. Las dos enfermedades son distintas, pero pueden aparecer conjuntamente en muchos casos. 

 En ambos casos, los afectados son en un 90% mujeres, que cuando llegan a tener un diagnóstico, son ya de mediana edad y han pasado un peregrinaje de especialistas y opiniones más o menos acertadas. 

 En cuanto al tratamiento, existen en España, solo dos unidades especializadas: una en el Hospital de San Vicente, Alicante y la otra en el Hospital Clinic de Barcelona. Esta última dirigida por el Dr Collado y donde yo he tenido el privilegio de formarme. El tratamiento tiene tres vertientes, la primera, médico-farmacológica, la segunda, fisiológica y de terapia ocupacional y la tercera, la que más nos importa, es la psicológica, ya que el tratamiento va encaminado a que el paciente aprenda nuevas pautas de conducta y pensamiento. La enfermedad, aunque no es degenerativa, no tiene hoy por hoy, una cura completa, pero sí es posible mejorar y mucho, la calidad de vida de estos pacientes. 

Hasta hace muy poco tiempo, la fibromialgia era de esas enfermedades consideradas “raras” y muchos médicos pensaban y piensan que ni siquiera es una enfermedad, ya que entraba dentro del cajón de sastre que llamamos “enfermedades psicosomáticas”. 
En el mejor de los casos, el paciente se lo inventaba todo, en el peor, podía ser una histérica que derivar hacia psiquiatría. Hoy las cosas están cambiando rápidamente, y existe una sensibilidad creciente hacia estos enfermos. Porque hemos descubierto que no son casos raros ni aislados, al contrario, son dramáticamente frecuentes y un alto grado de la población está afectado. Han sido los propios enfermos, asociándose y luchando por sus derechos, quienes están haciendo que los médicos y la sociedad en general, revise su opinión sobre ellos. Actualmente, hay abiertas varias líneas de investigación prometedoras, la más avanzada, vinculada al Banco Nacional de ADN de Salamanca, explora las posibilidades de una herencia genética en la sensibilidad al dolor. 

 Para todos aquellos que hemos trabajado con pacientes fibromiálgicos o de fatiga crónica, es indudable la conexión de estas dos enfermedades al estrés y esto es así de dos maneras: 

Por un lado, muchos de los pacientes presentan un perfil de personalidad muy determinado, cercano al llamado “patrón de personalidad Tipo A”, que tiene mucho que decir en las enfermedades coronarias, pero con características propias. Suelen ser personas muy perfeccionistas, sobre- cargadas de trabajo, preocupadas por el orden y el cumplimiento del deber y poco asertivas. Personas que viven a doble velocidad, que hacen tres cosas a la vez y nunca tienen tiempo de divertirse. Mujeres que trabajan fuera y dentro de casa, con familiares a su cargo, con responsabilidades que nunca terminan. Por todo ello, la terapia psicológica cognitivo-conductual, encaminada a modificar hábitos y patrones de comportamiento, ha demostrado empíricamente su eficacia en el tratamiento de la enfermedad. 

 La otra vertiente por la cual el estrés se vincula a la fibromialgia y el cansancio crónico, es que muchos afectados, han sufrido experiencias traumáticas, tales como: malos tratos, violaciones, accidentes, etc. algunos desarrollando cuadros de intenso estrés postraumático. 

Desde esta perspectiva psicosocial, una hipótesis de trabajo muy interesante es la que formula la fibromialgia y el cansancio crónico, como respuestas al estrés de organismos que estaban genéticamente predispuestos a ser hipersensibles. El estrés, por sí mismo, no causa estas enfermedades, pero sí podría ser un desencadenante importante en su evolución. 

Desde el punto de vista de la psicología, son un reto interesante que nos hace recapacitar sobre la estrecha conexión del cuerpo y la mente. Hasta la fecha, el modelo médico-biológico, nos propone una clara línea divisoria entre las enfermedades de base biológica y las “inventadas”.Si tomamos el DSM IV-TR, vemos una categoría diagnóstica para aquellas enfermedades que físicamente no existen, son los llamados “trastornos somatomórficos”, que siempre han estado asociados con una visión un tanto despectiva del enfermo y más comúnmente enferma. Cuando el origen de la dolencia es físico, pero se ven muy influenciados por lo anímico, se suele hablar de “trastornos psicosomáticos”. Y luego están, los “trastornos fácticos”, en los cuales, el enfermo miente deliberadamente. Personalmente creo que son distinciones muy rígidas que no explican bien la variedad de causas y efectos que se ven en consulta. . 

Sabemos que cualquier malestar psicológico produce efectos físicos sobre el organismo y nadie duda que una enfermedad física grave, produce malestar anímico, pero en el caso de fibromialgia y cansancio crónico, saber donde empieza lo físico y donde lo psicológico, es tarea imposible, ya que el dolor y el cansancio son siempre experiencias holísticas del individuo. Existe una gran zona en gris donde los sentimientos, los pensamientos y las dolencias del cuerpo, se mezclan. No cabe aquí la distinción clásica entre cuerpo y mente, que debemos superar para seguir avanzando en el conocimiento de lo que es salud y lo que es enfermedad. 

 Para los psicoterapeutas no familiarizados con fibromialgia o cansancio crónico, se presenta el problema del diagnóstico diferencial. Si además trabajan en la sanidad pública, es posible que vengan derivados por su médico de familia o por el reumatólogo, ya que presentan síntomas de ansiedad o de depresión. Reconozco que se puede confundir una fibromialgia con una depresión, en tanto y cuanto que muchas veces son comórbidas. ¿Quién no se deprimiría ante un dolor constantante e insoportable que todo el mundo dice que te inventas? Pero es fácil darse cuenta que la depresión es secundaria a la condición física y no al revés, a poco interés que ponga el especialista. El mismo paciente lo manifiesta con claridad: “si me quitan el dolor, estaría bien”, “yo quiero hacer cosas, pero el dolor no me deja”. El estado de ánimo puede ser abatido, pero el paciente lucha contra su propio cuerpo y sigue adelante a pesar del dolor o del cansancio. Tampoco debe confundirse con un trastorno somatomórfico por dolor, el paciente no consigue beneficios secundarios con el dolor, el dolor no mejora con la terapia y existen problemas asociados. Las crisis de dolor fibromiálgico son muy características, episodios de dolor intenso, y cansancio acompañados con la “niebla” o confusión mental producidos por la incapacidad de concentrarse, que preocupan intensamente al enfermo. Nada que ver con el trastorno de conversión típico que todos conocemos y su “bella indiferencia”. 

 De modo que si alguno de ustedes oye entre sus pacientes esas típicas quejas de “me duele todo”, “es que no puedo con el cuerpo”, “el dolor viene y va, unas veces más y otras menos”, vale la pena explorar la posibilidad de una fibromialgia, antes de descartarlo como un mero síntoma asociado a un trastorno psicológico, sobre todo si estamos ante un perfil de personalidad como el que antes hemos señalado. Manifestemos un poco de empatía y tengamos las orejas bien abiertas, porque me apena profundamente ver como muchos de mis pacientes relatan experiencias penosas con los profesionales de la salud, que se han hecho un juicio diagnóstico antes de que el enfermo termine de hablar. De ahí el título del artículo, experiencia real de una enferma con su médico. El dolor, venga de donde venga, es siempre causa de sufrimiento y merece nuestra atención. 

 Termino mi artículo con una petición y un llamamiento a todos los psicólogos que trabajen con enfermos reumatológicos de dolor crónico, para colaborar con un estudio del Dr Xavier Torres, psicólogo clínico de la Unidad de Fibromialgia del Clinic, que vincula fibromialgia y factores de personalidad. Necesitamos voluntarios, enfermos de dolor crónico reumatológico de cualquier tipo (artritis, reuma, etc) que quieran pasar desinteresadamente, una batería de pruebas de personalidad, y contribuir así, a conocer un poquito más la vertiente psicológica del dolor. 

 Todos aquellos interesados en colaborar, o que simplemente deseen saber más sobre fibromialgia y cansancio crónico, pueden ponerse en contacto conmigo a través de mi correo electrónico: martinamorell@yahoo.es Martina Morell Gonzalo. Psicóloga. Master en Psicología Clínica. CL- 4659 Amadeo Arias 25 5 A 628349073 www.morellpsicologia.comhttp://www.psicologoescolar.com/ARTICULOS/PAGINAS_DE_ARTICULOS/valladolid_martina_morell_fibromialgia_y_cansancio_cronico.htm

1 comentario:

  1. Muchas gracias Carmen por publicar mi artículo. Lo único decir que yo ya no vivo en Valladolid, estoy en Tarragona.
    Un abrazo y mucho ánimo.

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